Si de algo podemos estar seguros es del arrepentimiento que sienten los alemanes respecto al holocausto provocado por el régimen nacional-socialista de Hadolf Hitler durante el Tercer Reich (1933-1945), de ahí que el país se llene de pequeños y grandes homenajes, ya sea en los campos de concentración o en la vía pública, a los perseguidos por el Imperio nazi.
El origen de este monumento tiene lugar alrededor del año 1988/89, cuando la publicista Leah Rosh hace un llamamiento para que se realice “un monumento que no pueda pasar desapercibido”. Tras varios concursos, en 1998, el proyecto de Eisenman/Serra sería la opción acertada. Se crearía pues una fundación (para esta obra y otras en proyecto actual) y se construiría el monumento. El 12 de mayo de 2005 se abrió al público este majestuoso memorial.
El monumento consiste en un campo de 2711 estelas (losas de hormigón) situadas sobre un campo inclinado de
Su modelo supone un enfrentamiento radical con la noción misma de monumento y ello, entre otras cosas, porque renuncia a cualquier tipo de simbolismo. La cuadrícula, completamente accesible a pie (y que cuenta además con 13 caminos para minusválidos), deja en manos de los visitantes encontrar su camino de entrada y salida. En el espacio subterráneo, que está situado en el sureste del campo de estelas, se encuentra el museo; que adopta del campo su lenguaje expresivo y ofrece información sobre las víctimas, los campos de exterminio y sobre los lugares conmemorativos actuales. Para más información del museo y donaciones podemos visitar la página oficial:
http://www.holocaust-mahnmal.de/en
El monumento se emplaza en el corazón de Berlín, en una encrucijada de embajadas, centros culturales, oficinas, viviendas y el Tiergarten (enorme parque de la capital alemana); dando la expresión del carácter público del monumento. Se integra entre la parte histórica de la ciudad y el barrio del Parlamento para poner de manifiesto que va dirigido al Estado y a
La idea de Eisenman era que las estelas produzcan una atmósfera incómoda y confusa, y hacen al espectador sumergirse en un sistema ordenado que ha perdido contacto con la razón humana. A medida que avanzamos desde la calle hacia el interior, el plano se va inclinando, mientras que las estelas aumentan el tamaño hasta casi
Los visitantes están obligados a cumplir una serie de normas: únicamente se puede entrar andando lentamente y meditando (o en silla de ruedas), no se pueden llevar animales ni bicicletas, se prohibe hacer ruido (solo se admite el silencio), no se puede fumar ni ingerir bebidas alcohólicas, y está prohibido saltar de una estela a otra. Es un lugar para meditar.
CURIOSIDADES:
La sustancia (llamada Protectosil) de la que están recubiertas las losas está preparada para evitar las pintadas y los graffitis, pero la mayor discusión durante la construcción del monumental es que la empresa que fabrica esa película de protección es Degussa, cuya subsidiaria Desgesch era la que producía el Zyklon B, usado para asesinar a la gente en las cámaras de gas. La empresa llegó a rebajar sustancialmente el precio del Protectosil para patrocinar el monumento, a pesar de que muchas organizaciones judías rechazaban esta empresa, el arquitecto optó por continuar con lo previsto.
Una de las mayores cuestiones que se realiza todo visitante es si existe algún búnker o alguna tumba bajo el documento. Como ya hemos explicado antes, lo que hay debajo de las losas es el centro de información del monumento, pero casualmente, a
1 comentarios:
Lo cierto es que debe ser un conjunto monumental impresionante. Está muy bien lo que cuentas de esta obra.
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