Paisaje invernal

Esta fotografía la tomé en Navidad durante un viaje al Pirineo Francés. Todos tenemos siempre muchas ganas de vacaciones y desde luego las hemos recibido con entusiasmo. Sin embargo, el invierno tiene un lado oscuro a mi modo de ver que nos disuade de salir al exterior para huir del mal tiempo, que este año se ha visto potenciado debido a los exámenes que nos esperan a la vuelta. Y esta sensación de encerramiento, quietud y inactividad forzada no va con mi carácter.

Considero que los paisajes son capaces de transmitir emociones y lo que he querido captar con la siguiente imagen es precisamente este lado menos agradable de la que posiblemente es la estación del año más inhumana. La potencia de las montañas duras e insensibles que intimidan, los arboles secos y frágiles ante la acción del viento y de la nieve, el cielo nublado, los tonos fríos y especialmente la ausencia de luz son aspectos de la naturaleza que por alguna razón me desaniman y me entristecen.

No obstante, he de reconocer que hay belleza en esa potencia del relieve y en la oposición del paisaje a ser dominado por el ser humano. Apetece subirse a la cima simplemente para tomar una bocanada de aire puro y disfrutar por una vez de nuestra insignificancia.

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1 comentarios:

Peggyisthequeen dijo...

Es una fotografía estupenda por su composición, su luz y su parco colorido.

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